El aprendizaje de idiomas en el país de origen es una fórmula muy efectiva para mejorar los conocimientos. Si además lo hacemos en familia los beneficios son mayores.
Aprender un idioma en la infancia es muchísimo más sencillo que cuando se es mayor. La nueva lengua se asimila a la vez que la propia y los resultados son más efectivos. Pero si no has conseguido llegar a la edad adulta con un buen nivel, estudiarlo a la vez que tus hijos es una fantástica solución.
Pasar unas vacaciones en familia y aprendiendo la lengua extranjera en el país de origen es una fórmula que cada vez más familias eligen.
Se puede convivir con una familia local, así la obligación de comunicarnos durante todo el día con ellos nos obligará al uso del idioma, hay incluso opciones en que alguno de los miembros de la familia es profesor lo que proporciona un plus de efectividad a esta opción.
También se puede alquilar una casa y tomar clases en alguna academia en la que haya grupos tanto para adultos como para niños. Es una opción más libre, pero requerirá un compromiso de todos los miembros de la familia para intentar hablar todo el tiempo que se pueda en el idioma a aprender, o al menos establecer un tiempo en el que estará prohibido hablar en español, por ejemplo durante las comidas.
La temporada ideal es el verano, cuando los padres suelen tener vacaciones y los hijos no tienen colegio. Y al relacionar el aprendizaje del idioma extranjero con el tiempo de ocio la actitud será mucho más positiva.
Además, este tipo de vacaciones nos ampliará horizontes, conoceremos otra cultura, nuevos lugares y gente con costumbres diferentes.
Después de la experiencia y habiendo mejorado el nivel es muy importante mantener lo aprendido y continuar aprendiendo, para ello Estudio Sotomayor te ofrece Clase particulares de idiomas para todas las edades. Contacta con nosotros y ¡consigue mejorar definitivamente tu nivel!